La nave está por despegar. Sólo algunos segundos más. Perderé la conciencia en breve y pronto estaré arropado por la negra capa del espacio. Las estrellas son infinitas. ¿Por qué las seguimos? ¿A dónde nos llevan? Es atemorizante detenerse a pensar que el hombre voluntariamente se aventura hacia el vacío. Tal vez no sea nuestra galaxia lo que buscamos conquistar. Quizás se trata de conquistar nuestro miedo, de ir en busca de una aventura lejos del hogar.
Ya siento el traqueteo de los cohetes. Los medidores giran con violencia, las alertas de las consolas proveen la banda sonora de mi posible fallecimiento. Cierro los ojos y escucho el conteo. Tres… dos… uno…
Bienvenidos a mi blog.
Excelente